Ministerio de la Salud “presidencial”

Se está volviendo patológica la costumbre de ciertos ministerios del actual gobierno de usar argumentos que parecen válidos, pues apelan a la inclusión de verdades parciales entre un manojo de mentiras, para defender algo falso y confundir de manera que se oculte la verdadera motivación.

Un ejemplo de estas falacias son dos declaraciones recientes del Ministerio de Salud, que cuando se ve en la obligación de ocultar el enfermizo estado de salud de la imagen y credibilidad de la Presidencia, inventa los más retorcidos sofismas para que los colombianos crean que la motivación de tales decisiones es buena y sin otras intenciones.

Hace unas semanas, como si no supiéramos que la orden de suspender las fumigaciones de los cultivos de coca del grupo delincuencial Farc había sido una exigencia dada desde el principio de las supuestas negociaciones, el Ministerio de Salud decidió prohibir el uso del glifosato porque “podría” ser perjudicial para la salud. Argumentación aparentemente sana pero que buscaba no afectar negativamente una de las fuentes principales de ingresos de sus aliados en La Habana, y liberar al presidente y a su enferma imagen de que quedara en evidencia su arrodillamiento vergonzoso al cartel narcoterrorista.

Pero lo curioso de esta “argumentación” es que la prohibición era exclusivamente para la fumigación de cultivos de coca, aunque menos del 10 % de ese producto se usa para tal fin, y más del 90 % se usa para labores agrícolas legales. ¿Extraño que si de verdad es perjudicial el glifosato, el Ministerio corra a defender la salud de los “pobres cultivadores de coca” pero no los de papa, yuca o cualquier otra cosa? Un poquito de asepsia argumental no le caería mal a quien propende por la salud pública.

Y hace menos días aun, del Ministerio sale otra de estas píldoras envenenadas. Para nadie es un secreto que la llegada al canal RCN de Claudia Gurisatti, que no chorrea “babas de caracol” como otros directores de medios fletados, tendría un costo para sus dueños al no seguir ocultando la verdad ni ser los corifeos del apaciguamiento. No había que ser una pitonisa para saber que de un gobierno vengativo y vanidoso, tarde o temprano y por la vía menos evidente pero efectiva, se la iban a cobrar. Pero para eso también resultó remedio.

El Ministerio de Salud, otra vez haciéndose pasar como preocupado por el bienestar de los colombianos, argumentando que el azúcar es un “peligro” para la salud pública, selectiva y sospechosamente propone un impuesto adicional a las bebidas azucaradas. Es que nos creen tontos y que nadie se va a dar cuenta de la persecución al mejor estilo chavista. ¿Qué curioso que el azúcar malo para la salud resultó ser precisamente el que usa una de las industrias hermanas del canal RCN y solamente esa debe perseguirse? ¿Entonces el azúcar de las chocolatinas, los confites y hasta la misma aguapanela viene de otra galaxia o tiene otra composición molecular y por lo tanto a esos productos no hay que subirles el IVA? ¿Raro no?

Todo sea por la salud presidencial. El no POS del presidente va a quebrar al ministro.

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