Argentina, paladín contra el socialismo del siglo XXI

El triunfo de Mauricio Macri del partido Podemos, derrotando al candidato Daniel Scioli de la maquinaria Kirchnerista seguidora del socialismo del siglo XXI, creado por Hugo Chávez para esclavizar a nuestros pueblos con el neomarxismo, demuestra que Argentina se convierte en el paladín en contra de ese horror en Latinoamérica, empezando con ello la liberación de nuestros países del llamado castrochavismo que es un lastre promovido por el foro de Sao Pablo, fundado por el genocida de Fidel Castro y Lula Da Silva en 1990.

Esta derrota electoral que se le propina a la hermandad del foro de Sao Pablo, se convierte en punta de lanza para ir desmoronando en la región la desgracia propiciada por el comunismo totalitario, que se viste de muchos colores para engañar incautos, cabalgando sobre el atraso y la ignorancia, por ello se espera en las elecciones del 6 de diciembre en Venezuela el triunfo de la oposición frente al totalitarismo, a pesar de que el régimen fraudulento de Nicolás Maduro buscara torcer la voluntad popular a cualquier precio.

También en Latinoamérica se debe contrarrestar el proyecto para instaurar gobiernos vitalicios que siguiendo la dictadura de los Castro en Cuba, buscan la perpetuidad en el poder como sucede con Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua, además el gobierno corrupto y desprestigiado de Dilma Rousseff de Brasil debe de ser destituido, pues el socialismo del siglo XXI ha sido una pesadilla para nuestras naciones.

Para evitar el triunfo de Mauricio Macri en la Argentina, desde varios puntos de Latinoamérica marxistas enfermizos como el presidente de Bolivia Evo Morales, groseramente pretendieron evitar con declaraciones el triunfo del candidato de Podemos, eso ocurrió con un documento de unos supuestos “intelectuales y artistas defensores de la humanidad” en donde también firmaban como guasa o sorna para Colombia, Piedad Córdoba y la exsenadora comunista Gloria Inés Ramírez, a ellas se agregaban personajes como el lunático teólogo brasilero Frei Betto y el paranoico seudointelectual argentino Atilio Borón.

El nuevo presidente de Argentina conto en la campaña electoral con el apoyo del sector mayoritaria de la Confederación General del Trabajo CGT, principal central de trabajadores en cabeza de su máximo líder Hugo Moyano, lo cual es demostrativo de las cercanías del nuevo mandatario con los sectores populares y sociales, cuyas luchas no son patrimonio exclusivo de ninguna ideología en particular, sino que pertenecen al pluralismo, la independencia y la democracia.

En Latinoamérica desde que Hugo Chávez se monto en el poder en Venezuela a principios de 1999, ningún mandatario de los llamados progresistas o alternativos seguidores del neocomunismo, habían sido derrotados electoralmente, de ahí que el triunfo de Macri es un hito que contribuye a ir desbrozando el camino para liberarnos del socialismo del siglo XXl, que reciclo de la basura de la historia al marxismo repudiado en Europa oriental con la caída del Muro de Berlín, para imponerlo en nuestras naciones mimetizándose con diferentes nombres.

Los marxistas de todos los pelambres en la región lanzan alaridos en contra del neoliberalismo, y califican al nuevo presidente de Argentina de ser seguidor de esa corriente, olvidando siempre de mala fe que el neoliberalismo surgió del contubernio entre el partido comunista chino con el capital financiero internacional para superexplotar a los trabajadores del país asiático, creando una flexibilización laboral que ha sido copiada en varios países, pero lo que necesitan las naciones es el humanismo que es la antítesis del comunismo que lo que pretende es montar un burocratismo eterno, aplastando las libertades y la democracia como ha ocurrido en Cuba por más de 56 años.

Indudablemente el triunfo de Macri tendrá profunda incidencia en la región, resaltando que el mandatario Argentino ha dicho claramente que para el caso de Venezuela y específicamente con la detención de Leopoldo López y la persecución a los medios independientes de comunicación, exigirá el cumplimiento de la clausula democrática, buscando que si no se respetan las libertades en Venezuela este país será retirado de Mercosur, por lo cual ya el gobierno de Maduro no contara con la alcahuetería bastante acuciosa de la presidente saliente Cristina Fernández.

La correlación de fuerzas en Latinoamérica comienza a variar y el péndulo político favorece a la democracia liberal, entonces en el caso colombiano frente a las negociaciones de la Habana entre las Farc y el gobierno de Santos, el estado no puede claudicar ante una narcoguerrilla que solo se representa a ella misma, y que abraza los dogmas marxistas leninistas repudiados por la gran mayoría de los pueblos del mundo al ser anacrónicos y criminales.

Un acuerdo de paz en Colombia solo debe de ser posible con el respeto a la institucionalidad, sin tramoyas ni ventajas extraordinarias para las Farc que pretenden cuando estén en la legalidad la participación política, en diferentes escenarios como elecciones y movilizaciones sociales especialmente, cambiando de táctica y buscando a futuro una “insurrección” imitando al sátrapa de Lenin quien con astucia y suerte se tomo el poder en Rusia en 1917 sin contar con el apoyo del pueblo. Así que con Argentina se generara un verdadero cambio de época, que nos debe emancipar de la aberración del socialismo del siglo XXI del cual también ha sido víctima Colombia.

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