Colombia tiene sed

“Tengo sed” es quizás la más conmovedora de las Siete Palabras de Jesucristo en la cruz, porque es la más reveladora del Dios hecho hombre, que desgarradora figura esa de un dios teniendo sed¡ Pues bien, se me vino en la ceremonia de las Siete Palabras ayer que Colombia tiene sed, no solamente esa sed física que se vive en los centenares de municipios sin agua potable, ni la sed de la bárbara sequía de Casanare y muchas otras regiones del país. Colombia además de esa injustificada sed, también la tiene de: Paz.

Colombia anhela no la paz de los sepulcros que  advendría con la entrega del país al narcoterrorismo como lo pretende Juan Manuel Santos. Colombia tiene sed de una paz con justicia, reparación y verdad, como la sería el resultado de una incondicional rendición de los criminales de lesa humanidad, cuestión que ya se habría obtenido si no hubiese sido por la protección de los dictadores vecinos a las Farc y la reversa a la política de Seguridad Democrática que implantó el Presidente traidor al mandato popular.

Justicia. No la del cartel de togados, que tuerce las leyes para favorecer a los traidores a la patria, escudándose en supuestos “fines altruistas”; no la del Marco Jurídico de la Impunidad, impulsado por viles parlamentarios respondiendo al instinto de saciarse de mermelada; tampoco la de aquella que envía inocentes como Plaza Vegas a la cárcel, o que deja libre a culpables, por intereses ideológicos o crematísticos.

Educación. No la de la mediocridad de FECODE, ni la de memorización mecánica sin crítica ni raciocinio, sino una educación de calidad y pertinencia para todos los niños y jóvenes colombianos.

Salud. No la de los “paseos de la muerte” ni la del lucro vulgar de Saludcoop, defendida por el sinvergüenza Fiscal Montealegre. Colombia requiere de una salud integral para todos los colombianos, enmarcado dentro de modernos sistemas de seguridad social como lo es el chileno.

Desarrollo económico. Enmarcado dentro de las reglas del mercado, pero con justicia social. El opuesto total al Socialismo del Siglo XXI que engañosamente se nos quiere implantar en los términos de una reelección dizque necesaria para una paz imposible, porque repito sería una paz injusta, bajo los términos de una dictadura de los narcoterroristas, disfrazada de democracia, como sucede en los regímenes en la sombra del Foro de Sao Paulo.

En fin Colombia tiene sed de innumerables cosas, para resumir diremos que Colombia quiere retomar el rumbo en el que venía cuando gobernaba Álvaro Uribe Vélez, el mejor Presidente que ha tenido este país. Los colombianos tenemos el próximo 25 de Mayo  la oportunidad de elegir un Presidente que ofrezca ese camino. Mucho sería de lamentar que teniendo  candidatos que ofrecen esa posibilidad, por motivo de la prevalencia de los egos sobre el interés común se nos cuele de nuevo el representante de la farsa y la traición y conduzca a Colombia en la senda del Socialismo del Siglo XXI, en manos de nuestros dirigentes y muy principalmente de los candidatos, está el impedir esa posibilidad, por lo cual reitero mi necio llamado a un acuerdo entre ellos antes de la fecha citada. No debemos olvidar que estas elecciones no son unas elecciones común y corriente, en ellas se está jugando el futuro de la democracia colombiana y por lo tanto, debemos actuar a la altura del reto. Ojalá salgamos triunfantes del mismo.

Director Editorial Pensamiento Colombia.org

@alopeznunez

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