¡Cuba se respeta! + ¡Venezuela se respeta! Igual ¿Colombia se respeta?

La pérdida de la libertad de un Estado, que está representada en la ciudadanía de los habitantes, se pierde cuando los valores que conforman la nacionalidad son prostituidos. Esto siempre se da en la gramática implementada por los regímenes autoritarios. El fenómeno de la toma revolucionaria comunista del poder en Cuba de 1959 y su consolidación tiránica debe ser un ejemplo del peligro que aguarda a Colombia si se permite la consolidación de discursos de falso patriotismo.

El entendimiento del discurso, para entender y abordar un papel crítico y condenatorio de la actual dictadura política y gramatical que domina a Cuba desde el 1 de enero de 1959, no debe darse desde una visión perversamente simplista que raye en ningún caso con la más mínima defensa o justificación al ascenso violento de los subversivos de Fidel Castro al poder. Esto incluye las clásicas retóricas manejadas por grupos de opositores (reales o en apariencia) incluso dentro de los denominados “izquierda democrática”, bajo los argumentos más conocidos como la condena absoluta y resalte exagerado a las fallas y acciones autoritarias tanto del gobierno del general Fulgencio Batista y en general a la historia independiente de Cuba. Visiones o bien guiadas por un romanticismo ingenuo, o por una ignorancia supina.

Hay que tener claro que este tipo de posiciones, en Colombia son de una gravedad extrema, ya que cualquier defensa por mínima que sea del castro chavismo, será una rendición psicológica ante el discurso fundador que está bajo un gobierno títere entregando el Estado colombiano a las farc.

Antes de entrar a explicar la gramática del mal, es preciso aclarar que el aparato comunicativo de la prensa pro cubana, desde los tiempos de la Unión Soviética, está tan definido en el control gramatical y argumentativo, que aunque pobre, al ser repetitivo, solamente permite tres tipos de opositores: aquellos que son tan poderosos que no pueden temer represalias del régimen castrista, las personas que al ser ciudadanos del común cuya opinión ante la masa social es casi invisible y la de aquellos a quienes se les permite que hablen mal del régimen cubano.

El régimen ha hecho un perverso trabajo mediante una gramática de falso patriotismo en la población –sí, población, no ciudadanos. Una dictadura no tiene ciudadanos, tiene habitantes, pobladores y esclavos. El ciudadano es aquel que tiene garantizados en libertad todos sus derechos fundamentales y pertenece a la democracia liberal-, resumida en un slogan: “Cuba se respeta, chico… del gobierno puedes decir lo quieras, pero Cuba se respeta”. Esa frase encierra, un perverso trasfondo, paraliza la crítica y protege al régimen dictatorial que actúa en la mente desde la más tierna edad, ya que el grupo de reos mentales del régimen es convencido de que al ser “creación propia de los cubanos” la dictadura brutalhay que defenderla. es sinónimo de la defensa de la nacionalidad y valores morales, personales, patrióticos, territoriales e históricos de la idiosincrasia e identidad del cubano. Cuando esto sucede en cualquier nación del mundo, bajo cualquier régimen autoritario, ya es el principio del fin de la esperanza de cualquier intento de recuperar la dignidad y el orden democrático institucional.

Actualmente, podemos ver la certeza de los argumentos anteriores, en la política venezolana. El chavismo, como fiel alumno de la dictadura cubana, ha copiado el eslogan bajo la misma lógica de sinonimia falsa de identidad nacional con dictadura política. Esto incluso, copiado conceptualmente tanto por grupos izquierdistas críticos al modelo chavista e incluso por grupos declarados de oposición. Siempre hay que tener en cuenta que muchas veces no es planificado y muchas personas de una manera inocente asumen este eslogan por su sonoridad política, y es precisamente ahí  donde está el éxito de la manipulación.

Colombia no es la excepción. Sin embargo señalar a los actores fundamentales del discurso por castro-chavista sería incurrir en un abordaje más bien estrecho, aunque cabe destacar que en el discurso electoral de Claudia López para el Senado este eslogan se repetía constantemente. Lo grave podría ser, y eso sí sería realmente grave, que el uribismo, única esperanza opositora dentro de la formación discursiva de sus integrantes tuviera la más mínima apología histórica pseudo altruista y romanticona de las insurrecciones armadas comunistas en América Latina. el falso pacifismo y anti militarismo del Foro de Sao Pablo cuyos objetivos reales son la destrucción de las Fuerzas Armadas en toda Sur América van aparejados. Tratar de buscar causas objetivas en el terrorismo guerrillero e incluso hacer alusión heroica y reivindicatoria de sus aparatos políticos, sindicales y educativos.

La discusión previa a la Convención Nacional del Centro Democrático el próximo 8 de noviembre debe resguardar el pluralismo y tolerancia discursiva y constructiva del uribismo, protegiéndola de una velada entrega moral e intelectual a la apología del terrorismo y la dictadura en nuestro país. Solo así estaremos construyendo un partido desde y para el respeto del más alto valor de los ciudadanos colombianos La Libertad.

Coletilla:

Así que vayan sabiendo los camaradas del comité central del partido comunista de Cuba que este país al que le tienen tantas ganas no será nunca de ustedes, porque aquí hay ciudadanos que haremos respetar a Colombia y sigan mancillando el suelo cubano con la farsa de los diálogos con las farc y su sofisma gramatical les estallara con la indignación de los cubanos esclavizados al ver la burla y afrenta de Iván Márquez y sus demás compinches.

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