¿Educación o adoctrinamiento?

No podemos perder ni la serenidad ni el sano juicio en la discusión que se ha desatado por cuenta de la malhadada cartilla que en efecto publicó el Ministerio de Educación en la que claramente se hace un adoctrinamiento en materia de género que es inconveniente e irresponsable.

Sea lo primero dejar en firme que el Estado tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para impedir que los niños en edad escolar sufran descalificaciones y sean objeto de malos tratos por su condición sexual. Pero esta tarea, la de la prevención del matoneo no puede estar concentrada única y exclusivamente en los asuntos relacionados con la sexualidad de los niños. El denominado bullying se presenta por diferentes razones: estatura, contextura física, destrezas deportivas, intelectuales, condiciones socioeconómicas y muchas más.

A lo largo de esta crisis, la ministra Parody le ha mentido reiteradamente al país. Ha cambiado su versión, ha negado la existencia de la cartilla, cuando ésta efectivamente ya fue publicada y que quede claro: no es un borrador.

El Estado no puede entrometerse en la manera cómo los padres de familia quieren educar a sus hijos. Los valores, principios, costumbres y gustos se aprenden en el seno del hogar y no le corresponde a la ministra Parody entrometerse abusivamente en esos asuntos.

Rechazo enfáticamente los insultos que se han lanzado contra ella. Este es un debate sustentado en argumentos y no se puede rebajar el nivel del mismo recurriendo a improperios contra la funcionaria, descalificándola por su orientación sexual.

Pero ella, por la dignidad que ostenta, también debe ser respetuosa. Lo primero, no puede seguir mintiéndole a la sociedad y lo segundo, no puede alegar que las críticas que se le hacen a su equivocada decisión de poner en marcha una política educativa de identidad de género, “fueron redactadas en las guaridas de los políticos que pusieron en marcha toda esta estrategia de manipulación y mentira”.

No señora ministra. Acá la única que ha mentido es usted. Acá la única que ha pretendido, a través de una cartilla nefasta, manipular a los niños que hasta ahora están elaborando su criterio y definiendo sus gustos e inclinaciones es usted. No le luce desviar el debate, victimizándose y calificando a sus críticos de ser homofóbicos. Usted tomó una decisión equivocada y debe respetar que la sociedad se pronuncie contra su error político y asumir las consecuencias.

La crisis que se ha desatado por cuenta de la política trazada por el Ministerio de Educación, nos pone de presente que es necesario, cuanto antes, llevar a cabo una reforma estructural y definitiva a la educación de nuestro país. Mucho daño le hace a la estabilidad social bandazos equivocados como los que le hemos visto a la doctora Parody a quien valga recordarle que su condición de ministra de Estado la obliga a apartarse de sus preferencias e inclinaciones y entender que el interés del pueblo colombiano está por encima del de ella.

Lo más delicado es que estas discusiones nos desvían de los asuntos fundamentales de la educación de nuestro país. Basta con revisar el resultado de Colombia en las pruebas PISA, donde estamos en el último lugar entre  64 países.

Y para cerrar: ministra Parody, humildemente quiero recordarle algo que seguramente le oyó al expresidente Uribe cuando usted era uribista: la política no se hace con rabia.

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