Las Farc se aprestan a comenzar el “debate de ideas” según sus cabecillas, después de dejar las armas y cuando constituyan su partido en la legalidad, pero surge un interrogante ¿cuáles ideas? Porque ese discurso miserabilista de proclamar que han luchado por los pobres y oprimidos y que tomaron las armas para buscar la felicidad de los demás, es una fantasía, pues la misma receta la uso en su tiempo Adolfo Hitler, quien cuando dirigía el Partido Obrero Nacional Socialista (NAZI) antes de llegar al poder, anunciaba la emancipación de los pobres y exigía rabiosamente el pan para los hijos de Alemania.
Mussolini el Duce no se quedo atrás y de la misma manera que Fuhrer hizo gigantescas movilizaciones en Italia, buscando las reivindicaciones de los desposeídos hasta que alcanzó el poder, así que plantear la lucha por las reivindicaciones de los pobres ha sido en la historia de la humanidad bastante manoseada y demagógica, de ahí que los libertarios quienes le propinaron a Karl Marx padre del comunismo totalitario una humillante derrota en la primera internacional en el siglo Al, aparte de no estar de acuerdo con el estado, se mofaban de que los partidos políticas esbozaran soluciones a las necesidades de los pobres, porque nunca eso había ocurrido, y mejor hacían énfasis en la creación de organizaciones sociales como los sindicatos, ya que estos son de la entraña de los trabajadores, por eso desde esa época promovían la independencia y la democracia sindical frente a las facciones políticas, quienes desde siempre habían engañado al pueblo y el partido comunista no sería la excepción.
Hay que saber si el partido que crearán las Farc seguirá siendo fiel a los dogmas marxistas, o de pronto en un momento de reflexión igual a como lo hizo el Partido Socialista Obrera Español (PSOE) en la década de los setenta del siglo pasado abjuran del marxismo, aquello lo hizo el PSOE para que fuera considerado como un partido demócrata en España, pues de lo contrario se podría pensar que las Farc como movimiento político, vendría con su plan de vindicta en contra de sectores de la sociedad que los repudia por los 52 años de acciones terroristas.
También si las Farc no reniegan de su marxismo leninismo, quedarían defendiendo los bodrios del materialismo histórico y la inevitabilidad, y desde luego el de la lucha de clases que se entiende como un ajuste de cuentas o vendetta, además las clases no existen en los seres humanos porque estos son únicos e irrepetibles y lo que hay son niveles socioeconómicos o estratos, así que la batallas de ideas que promoverán las Farc en la legalidad son una mera treta, pues mientras abracen el comunismo totalitario seguirán siendo antihistéricos.
Las Farc al desconocer en el acuerdo final de 297 páginas a los sindicatos, tomándolos como una simple parte de las organizaciones sociales, ignoró de adrede que la movilización popular más importante de los últimos 60 años en Colombia se efectuó el 14 de septiembre de 1977, con el Paro Cívico Nacional promovido en aquella oportunidad por el Consejo Nacional Sindical, lo que demostraría en la actualidad la pérdida de influencia del grupo afecto a las Farc en ese importante sector de la sociedad civil.
Resaltando que es un hecho universal que el sindicalismo ha sido en varias oportunidades el sepulturero del marxismo leninismo, pues hay que recordar que Lech Walesa presidente del sindicato Solidaridad de Polonia, fue el iniciador en los años ochenta del derrumbe del comunismo en Europa oriental con la caída del Muro de Berlín en 1989, lo que demuestra que el debate ideológico dentro de la más destacada organización popular lo tienen perdido las Farc
El materialismo histórico y inevitabilidad que son los dos fetiches que usa el comunismo totalitario para impresionar incautos,(eructando de manera supersticiosa que inevitablemente del capitalismo tendremos que llegar al socialismo) y que desde luego han utilizado también la Farc, no les va a servir para nada cuando se conviertan en partido político, ya que por falta de la razón eso se transforma en un elemento caustico que los ciudadanos rechazan intuitivamente, y si quieren insistir tercamente en esas fabulas les tocara hacer uso de la nigromancia para ver si Marx, Lenin, Stalin, Gramsci, Mao, el Che, Tirofijo y otros comunistas que han sido nefastos para la humanidad los orientan desde el más allá.
Porque si las Farc siguen insistiendo con el marxismo leninismo, no tendrán como dar el debate de ideas, porque su discurso miserabilista es anacrónico y los fetiches marxistas del materialismo histórico y la inevitabilidad servían para descrestar hace algunas décadas a personas atrasadas, pero en el día de hoy la revolución técnica en las comunicaciones ha sacado de la estulticia a las personas que podrían ser presas fáciles de las entelequias comunistas, a no ser que el estado como se observa en el documento final de La Habana, le de instrumentos a las Farc como partido para perseguir a sus contradictores y así eludir el debate ideológico al que tanto le temen.
De acuerdo a lo anterior en el plebiscito convocado para el 2 de octubre, surge el escepticismo de muchos ciudadanos por las ventajas que tienen las Farc sobre el resto de agrupaciones políticas y por ello votaran por el NO, pues las prebendas de la organización narcoterrorista son exageradas, por lo cual se puede deducir que la lucha ideológica no será prioritario para el partido de las Farc, y mejor se dedicaran con la anuencia del estado a perseguir a sus rivales.
