En junio firman

Para quienes no lo sepan, fui el primero de los colombianos que anunció que en La Habana -subrepticia, clandestinamente-, se reunían los terroristas de las Farc con delegados de gobierno Santos. Lo hice en una columna publicada en ‘El Tiempo’ en abril de 2012.

¿Cómo lo supe? Me lo dijo uno de los funcionarios gubernamentales involucrados en el traslado de los guerrilleros; me describió con pelos y señales el viaje de alias ‘el médico’ y el trato de “alta parte” -una fórmula que lograron imponerle las Farc al lenguaje y los contenidos de la negociación-. Mi fuente estaba francamente indignado y alarmado… Recuerdo que una sola voz indagó sobre la veracidad de mi informe, la del columnista Rafael Nieto Loaiza. El gobierno, como siempre, desmintió, es decir, mintió sin ponerse colorado.

Hace una semana estuve en un simposio sobre innovación en Miami. Cuando intervenía el gobernador de La Florida, una persona se sentó a mi lado; oh sorpresa, era el funcionario gubernamental de marras (ya ex funcionario). Que andaba por esos parajes norteños, me informó, en faenas de seguridad con contratistas gringos que prestan sus servicios a gobiernos latinoamericanos. Pero, todavía, dijo, asesora al equipo negociador que encabeza Humberto de la Calle en temas de contrainteligencia y que “de allí le llegan noticias…”. Y me hizo una nueva confidencia “bomba”: “el gobierno Santos está empeñado en que el acuerdo sea firmado antes de que termine el mes de mayo. Habrá un cese bilateral de hostilidades el primero de junio. Ese día se anunciará un “acuerdo definitivo de paz”, eso me dijo.

En días pasados hubo dos hechos que demuestran que la ‘empatía’ Farc- Santos es absoluta. Que Santos está dispuesto a lo que sea, a pagar el costo que fijen las Farc y que, por tanto, sí habrá firma. Los que no estamos dispuestos a pagar el costo que exijan las Farc y “hacerle el cuarto” a Santos en su insensatez, somos los colombianos. Que las encuestas hablen y, cuando llegue el momento, el resultado del plebiscito hable.

¿Hechos que demuestran la obsecuencia de Santos con las Farc? Me refiero al traslado de alias “el paisa” a La Habana y la destitución del doctor Suárez, director de la UIAF.

“El Paisa” es la encarnación del mal. Basta decir que hizo explotar, a sangre fría, la bomba que destruyó el club El Nogal en Bogotá. Y él fue el que ordenó degollar al policía que atendía la portería de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, secuestrar a los diputados y finalmente masacrarlos. Ese señor es ahora uno de los plenipotenciarios de las Farc y eso a Santos le parece normal, natural, ético. Y, estoy seguro, Santos garantizó ya la impunidad a semejante truhán. Una impunidad que los colombianos, la mayoría, vamos a resistir.

El otro hecho, despedir al director de la UIAF porque se atrevió a hacer cálculos sobre la fortuna de las Farc, es decir, ponerse el propio presidente a defender el “buen nombre” de la banda terrorista, es una claudicación inaceptable. Claudicación que ha habido, hay y seguirá habiendo. Iván Márquez le hizo un guiño amistoso a su aliado, Juan Manuel Santos. Puso este twitter laudatorio: “Cayó inventor del mito de supuesta fortuna de FARC difundido por The Economist. Se trata del director de la Uiaf”.

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