¿Está el Fiscal haciéndole barra a Santos?

"El Fiscal parece porrista del Presidente", trinó ayer Francisco Santos, el primo rival del Presidente y ahora jefe de debate de la campaña de Óscar Iván Zuluaga en Bogotá. Pacho Santos lo dijo a raíz de la rueda de prensa del fiscal Eduardo Montealegre en la que reveló el allanamiento de la oficina del hacker Andrés Fernando Sepúlveda.

Como el escándalo del hacker le restó importancia al de la mediación de J.J. Rendón con narcotraficantes que querían negociar con el gobierno y que había estallado el día anterior, Pacho no ha sido el único suspicaz frente al rol que eventualmente pueda jugar el Fiscal General en esta contienda electoral.

Parte de la suspicacia obedece a la coincidencia de las fechas. Las revelaciones de Daniel Coronell sobre J.J. Rendón ocurrieron el domingo y el allanamiento de la oficina del hacker fue el lunes a las 4 de la tarde -cuando el escándalo del estratega de Santos ocupaba la primera plana de todos los medios (salvo El Tiempo que lo ignoró)-.

La rueda de prensa del Fiscal General fue el martes a primera hora. Y a partir de ahí, los medios se centraron en el hacker y en la campaña de Óscar Iván Zuluaga que lo tenía contratado.

La Fiscalía explicó a La Silla que desde que la Contralora pidió que se investigaran las denuncias de los columnistas Ramiro Bejarano y Cecilia Orozco de que estaban siendo chuzados en septiembre de 2013, el Vicefiscal creó un grupo especializado en interceptaciones que los condujo hasta Andrómeda.

A raíz de ese allanamiento, entraron en contacto con muchos hackers y así, según la Fiscalía, llegaron a la sede de la 93 del Chuzaman.

Sin embargo, la información concreta para el allanamiento de Sepúlveda les llegó la semana pasada. Y la decisión de caerle al hacker se tomó el domingo por la tarde.

"Fue una coincidencia que ocurriera al tiempo con lo de J.J. Rendón", dijo una alta fuente de la Fiscalía que no tiene la vocería de la entidad, que recae para este tema solo en el Fiscal General. "Es que en época electoral cualquier decisión de la Fiscalía se va a entender como política".

La otra razón para las sospechas de que el Fiscal quiso ayudarle a Santos es que a diferencia del silencio que primó cuando en enero la Fiscalía allanó la fachada de inteligencia militar Andrómeda (el escándalo que Semana reveló en febrero), desde la cual militares habrían chuzado de manera ilegal a funcionarios y periodistas, el fiscal Montealegre, anunció personalmente en rueda de prensa que habían allanado la oficina del hacker.

La explicación de la Fiscalía para la diferencia en el tratamiento de ambos casos es que si bien ambos eran sobre chuzadas, no eran iguales.

En el caso de Andrómeda, el Fiscal estaba incapacitado (cosa que a La Silla le consta porque lo entrevistó ese día en su casa convaleciente para el libro Súperpoderosos) y el operativo estuvo a cargo del Vicefiscal, que odia salir en medios.

Además, según dijo la Fiscalía a La Silla, cuando allanaron la fachada de inteligencia no sabían qué habían encontrado. Había unos computadores y unos tipos que se escondieron. Luego se enteraron que era una fachada de inteligencia del Ejército lo que hacía el caso aún más sensible.

En el caso del Chuzaman, en cambio, Sepúlveda reconoció que estaba saboteando el proceso de paz porque estaba "indignado" con lo que estaba sucediendo en la Habana y dijo que iba a colaborar con la Fiscalía.

"Con base en ese interrogatorio privado, el Fiscal pudo hacer la rueda de prensa e informar sobre el asunto", dijo la Fiscalía a la Silla.

En esa rueda de prensa, Montealegre dijo que en la oficina de Sepúlveda se hacían interceptaciones ilegales, para obtener y negociar información secreta que podría sabotear el proceso de paz, pero sin militares involucrados, por lo menos no directamente.

"Este caso fue mucho más grave que el de Andrómeda", dijo el Fiscal, quien, además, sugirió la importancia de establecer los destinatarios de la información que chuzaba el hacker y los vínculos de este con un “sector de la opinión” del país.

El Ministro del Interior, Aurelio Iragorri, aprovechó el episodio para limpiar el mayor escándalo que ha golpeado este gobierno tras las revelaciones de Semana sobre militares chuzando negociadores del Gobierno en la Habana.

“Estamos detrás del zar de las interceptaciones ilegales, lo que queda claro es que no es la policía ni el ejército los que estaban en ese tipo de acciones, lo importante es que se llegue al fondo de estas investigaciones pues es algo gravísimo para la seguridad nacional”, sostuvo Iragorri.

Algo, que claramente, no se deducía de lo que dijo el Fiscal pero que le cayó como anillo al dedo al Presidente-candidato.

Un soporte clave

Esta no es la primera vez que una movida del fiscal Montealegre termina dandole un espaldarazo a Santos.

Cuando el Congreso aprobó el esperpento de Reforma a la Justicia y Santos decidió objetar la reforma constitucional, una movida audaz y polémica porque nunca se había hecho, Montealegre salió inmediatamente y zanjó la controversia.

“Las objeciones que ha hecho el Presidente tiene un fundamento constitucional. Tiene la razón por inconstitucionalidad y por inconveniencia”, dijo Montealegre, quien aunque es constitucionalista, determinar el alcance de las facultades presidenciales no forma parte de las competencias normales de un Fiscal General.

Frente a las críticas del procurador Alejandro Ordóñez al Marco para la Paz, el proyecto más estratégico de Santos para avanzar en los diálogos de paz en la Habana, es el Fiscal General el que ha salido a defender el proyecto del gobierno, pues la justicia transicional es una de las prioridades de su Fiscalía. Y como estos casos, hay otros, en los que el Fiscal ha terminado siendo el mejor soporte de Santos.

¿Le ayudará esta vez?

Más allá de si hubo la intención de hacerlo, la captura del hacker consiguió cambiar el foco mediático del escándalo de la campaña santista a la de su rival uribista. Lo cual, a 18 días de las elecciones, es un gran alivio para la campaña Juan Manuel Presidente y un golpe duro para la de Zuluaga. Sin embargo, si el Fiscal Montealegre le quería ayudar a Santos con el 'timing' de esta revelación, es posible que al final lo termine perjudicando.

Primero, ya ha quedado claro que Sepúlveda tenía una relación de varios años con J.J. Rendón, el asesor de Santos y que había trabajado en la campaña del Partido de la U, cuando Santos era el presidente del partido y Zuluaga uno de sus miembros fundadores.

Pero, también, ha comenzado a salir que el hacker tenía vínculos con las fuerzas militares, incluyendo los de Andrómeda, que chuzaron a negociadores del gobierno en la Habana.

En la primer interrogatorio con las autoridades, según contó El Tiempo, Sepúlveda dijo que le habían ofrecido información recabada por miembros de la fachada 'Andrómeda' y que no la había comprado porque no tenía la plata. Pero también dijo "que había entregado información para la Sijín y la Dirección de Inteligencia de la Policía, la Fuerza Aérea y hasta para la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). En el expediente hay nombres de supuestos funcionarios del Estado cuya identidad está en proceso de verificación."

En esa primera versión también reconoció que negoció, por 8 millones de pesos, una base de datos en la que aparecían los nombres de guerrilleros desmovilizados ante el Comité de Dejación de Armas del Ministerio de Defensa (Coda). "El listado apareció en sus computadores y la Fiscalía tiene la identidad del supuesto contacto del hacker en esa oficina", aseguró El Tiempo.

Una fuente que ha seguido de cerca el caso dijo a La Silla que en el allanamiento se habría encontrado evidencia de que Sepúlveda habría hecho trabajos para la Central de Inteligencia Militar del Ejército (Cime), precisamente la central que estuvo involucrada en el escándalo de la Sala Gris de la Fiscalía, denunciada por Semana en febrero..

"Le ayudaba a los militares con guerra sucia", dijo la fuente a La Silla. Y agregó que entre el material incautado estaría una foto de Fidel Castro con Iván Márquez que le habría entregado la Cime al hacker.

Semana.com, a partir de testimonios de amigos de Sepúlveda, contó que los amigos decían que "Según las versiones contadas por Sepúlveda, él recibía instrucción en inteligencia y en el manejo de armas. “He viajado en varias ocasiones fuera del país para tomar cursos”. ¿Quién le paga eso?, se le preguntaba. “Los militares”, contestaba sin precisar qué unidad o por instrucciones de quién".

"Se ufanaba de haber infiltrado la protesta campesina que se realizó el año pasado. Contó que lo había hecho de dos maneras. Una, yendo hasta el propio lugar para establecer la identidad de los líderes del movimiento agrario, y dos, interceptando los correos electrónicos para establecer quién actuaba a favor de la protesta por una reivindicación del sector rural o quién por instrucciones de las FARC.", contó el portal.

Una fuente de la Fiscalía le confirmó a La Silla que sí habían encontrado unos documentos del CIME pero que no eran de Seguridad Nacional y que básicamente eran documentos que se encontraban en "cualquier parte".

Pero una fuente de más alto nivel dentro de la institución dijo que era imposible saber a estas alturas qué había en el allanamiento porque primero había que sacarle copia a los computadores y eso tomaba unos días. "Él no dijo que tuviera relación con el CIME", explicó.

En todo caso, si el hacker negocia con la justicia -"está tan comprometido que es la única opción que tiene", dijo la fuente de la Fiscalía a La Silla- saldrá a la luz pública más temprano que tarde si le prestó sus servicios de hacker a las Fuerzas Militares. Y si tuvo alguna participación en el escándalo de Andrómeda o de la Sala Gris.

Qué tan rápido se sepa esta información dependerá del ritmo que le imponga la fiscal a cargo del caso, que es la misma que investiga Andrómeda.  Cualquier decisión que salga de la Fiscalía en las próximas semanas tendrá un impacto en la contienda electoral.

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