¿Ganará el SÍ del gobierno o el NO del pueblo?

Ante los falsos señalamientos a los opositores del escalofriante plebiscito que se avecina, parece que estamos ante una persecución política ajena a cualquier tipo de tolerancia. Si usted se opone al acuerdo de Santos con la Farc… ya es guerrerista y puede enfrentar persecuciones de distinta índole. Tristemente se suman algunas sotanas que han tomado partido. En este asunto G. Álvarez recuerda al obispo M. Builes, quien pasó a la historia por su acoso a los liberales. O como dicen que opinó un reconocido político gobiernista: “colombiano que no apoye el proceso de paz, debe ser fusilado”.

Pareciera que el Farcsantismo practica aquello de que “el fin justifica los medios”. Persecución a los que apoyan el NO, pues se oponen a las tesis socialistas, aquellas que pretenden regular la vida económica, social y familiar de cada colombiano, al mismo tiempo que exigen toda clase de prebendas para los guerrilleros, como darles medios privados de comunicación, no recibir ningún tipo de castigo por sus crímenes, darles a los desmovilizados salarios altísimos, entre otras gangas. La Farc celebró los 90 años de Fidel declarándolo ¡Paradigma de la humanidad!

El Gobierno de Farc-Santos quiere imponer al país, innumerables y dolorosos cambios a la Constitución, perdones a diestra y siniestra a guerrilleros secuestradores, asesinos, violadores, etc., mientras, paralelamente nuestro ejército parece que sufrirá todo tipo de cambios, hasta juicios y además ya le han disminuido sus ingresos. Se suma que pretenden que avalemos los acuerdos sin conocerlos completamente o firmemos un cheque en blanco a Santos.

Aunque nos quieren mostrar todo color rosa, existen problemas graves: las exportaciones se mantienen en terreno negativo, el endeudamiento se trepa al 48 % del PIB en 2016, la inversión extranjera directa cayó, varias descalificaciones internacionales en lo económico, inflación e inseguridad y un país dividido. Y el súbito cambio en las actuales tendencias de voto en el plebiscito, asusta. Recordemos los últimos comicios, cuando en la primera vuelta ganó O. I. Zuluaga y en la segunda, perdió.

Para Héctor Hoyos, profesor de Eafit, hay dos puntos esenciales para que los colombianos no encuentren razones para apoyar los acuerdos que hasta ahora nos han mostrado: “1. Los colombianos no aceptamos nada que vaya contra los fundamentos de nuestra sociedad, sus principios y valores. 2. Los colombianos observamos que nos hablan de paz pero nos someten con violencia… Violencia es permitir el crecimiento del negocio de la banda terrorista Farc con cultivos ilícitos, extorsión y minería ilegal durante largos años de supuestas negociaciones…”.

En medio del derroche oficial en todos los campos, conocemos que el Plebiscito costará $350.000 millones. Mientras el Derrochador SI, cuenta con 100 sedes, además de millones de pesos, disfrazados de aportes para la paz. Por su parte el NO del pueblo tiene que competir con dificultades y sin apoyos económicos. Lean en Internet 100 Logros del desgobierno de Santos, por eso votaré No al plebiscito pro Farc” en la dirección: DEIL@duvanedo

Con diferentes artimañas pretenden lavarnos el cerebro para que la Farc imponga su socialismo y además sin dar un peso, a pesar de recibir, según Forbes, US$ 600 millones al año y poseer más de US$ 10.000 millones.

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