José Obdulio pronostica que todo cambiará para las Farc en el gobierno de Trump

Entrevista al senador José Obdulio Gaviria en el portal KienyKe.com

En lo del “proceso de paz” y la comprensión del No en el plebiscito, obrará muy positivamente la fuerza del partido Republicano, al que Trump deberá oír. Así como al presidente demócrata le hablaba al oído sobre Colombia el representante McGovern, íntimo de Piedad y Cepeda, al presidente republicano le hablará al oído el senador Rubio, cercano a Uribe y a la corriente política que defendió el No.

Reflexiona el senador José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático, a instancias de kienyke, sobre lo que él considera “el nuevo escenario de la alianza anti-terrorista”:

-A Obama, inducido por la fracción extremo izquierdista de su partido dirigida por Jim McGovern, le pareció siempre que las FARC eran una ONG estigmatizada por la extrema derecha colombiana y latinoamericana. Llegó a extremos como permitir una reunión de Kerry, ¡del Secretario de Estado!, con la cúpula terrorista.

La estulticia de Kerry no le permitió asociar a las Farc con el narcotráfico. Por obra y gracia de los acuerdos Santos-Timochenko, que él apoyó incondicionalmente, el campo colombiano está hoy inundado de matas de coca y las calles norteamericanas inundadas de cocaína.

Todo cambiará, porque Trump va a estar convenientemente informado sobre quiénes son esos sujetos y sobre qué trato darles. Sus asesores le estarán recordando que cincuenta miembros de la cúpula fariana tienen órdenes de captura en su país y que se ofrecen por ellos recompensa de hasta 2.5 millones de dólares.

Esos hilarantes trinos de Coronell y Claudia López

Un periodista me preguntó qué convenía más a Colombia, si la elección de Hillary o la de Trump. ¡Falso dilema! Los países no tienen amigos, tienen intereses, agrega el senador Gaviria, interrogado en Todelar sobre los resultados electorales en Estados Unidos.

-Si una buena administración hace que la economía norteamericana crezca, crecerán las relaciones comerciales de Colombia con la potencia y las expectativas de inversión. Eso favorece a Colombia.

La palabra la tenía el pueblo norteamericano, quien decidió como a bien tuvo. A los demás nos tocaba observar y hacer el juego en nuestros correspondientes países.

Eran hilarantes los trinos y los aspavientos “hillaristas” de sujetos como Daniel Coronell o de la senadora Claudia López. Actuaban en las redes poco menos que como futuros jefes de gabinete de la Clinton. Y se desgañitaban insultando a Trump y a sus partidarios, como si en su derrota les fuera la vida. ¡Qué falta de sentido de las proporciones!

Resuelto ya -y bien- el dilema por el pueblo norteamericano, hagamos votos por el buen suceso del gobierno Trump.
La democracia americana es la más sólida y estable del orbe. Parecería que ese pueblo tuviera unos radares especiales que lo previenen sobre los peligros.

Por ejemplo, eligió a Trump -él, un “offsider”, que paradójicamente se presentó como candidato oficial del Partido Republicano-. Hubo una tirante relación entre Trump y la jerarquía de ese partido y todo hacía prever la derrota de ambos. La democracia americana, en cambio, resolvió la cosa al revés: les dio el triunfo a ambos (mayoría republicana en el congreso), lo que generará un equilibrio positivo. Esa mayoría republicana obrará como muro de contención contra ideas estrafalarias del futuro presidente, tales como construir un muro que separe la frontera con México o la de hacer una razzia contra migrantes indocumentados.

Y para los mistificadores de la paz también hay buenas noticias. La sorda pelea Putin-Obama podría convertirse a partir de enero en la camaradería Putin-Trump, cosa que favorecería soluciones en Siria, estabilidad en Irak e Irán y alianza mundial antiterrorista (incluso el engorroso tema del loco que gobierna a Corea del Norte podría tener salida por ahí derecho).

 

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar