La nueva gesta libertadora del 13 de diciembre

Con el corazón henchido de patriotismo, miles de colombianos marchamos el 13 de diciembre. Nos sentíamos como si estuviéramos participando en la gesta libertaria de Bolívar. Célebres revueltas que acabaron con la dominación española en América y que hoy, miles de personas repetimos, al rechazar el imperialismo marxista que hoy rige en Cuba, Venezuela y varios países latinos y que ahora, sutilmente, quieren imponernos en Colombia.

Aunque todo depende del cristal con que se mire y muchos gobiernistas trataron de menguar el número de asistentes, yo aseguro que en Medellín caminamos miles con fervor y decoro: jóvenes, adultos, mayores de la tercera y cuarta edad, gente de todos los estratos, además de minusválidos. A pesar de que teníamos casi todo en contra: -el Gobierno que nos tildó de “enemigos de la paz”-, los medios de comunicación (en especial los capitalinos casi que ignoraron el evento), como si obedecieran, pusilánimes, órdenes de Juampa. Aunque en esta ciudad la lluvia nos acompañó todo el tiempo, los marchantes empapados de pies a cabeza, continuamente entonábamos a coro: “mejor mojados que arrodillados”. Con júbilo, numerosas organizaciones políticas de distintas tendencias, repetíamos mensajes como “No más paz con impunidad”, “No más Farc, no más falsa paz”, y muchos más eslóganes para apoyar esta causa patriótica.

Manifestación que coincidió con la reunión en Bogotá para analizar las tesis del famoso Thomas Piketty, el economista francés -para muchos, el nuevo Marx de estos tiempos-, teorías que parecen ser del agrado de Juampa y el cual menciono aquí, solo para ver hasta dónde llegan las simpatías de nuestro gobernante con las izquierdas. Ya que después de asistir a la reunión sobre Piketty, dijo, palabra más, palabra menos, que era necesario conocer los nombres de los ricos de Colombia, no obstante añadió: “ese dato será guardado sigilosamente”.

A pesar de no ser economista, me ocupo de Piketty, apoyada en internet. Me preocupan las influencias que pueda tener este observador en ciertas élites políticas nacionales, ya que él está apoyado por el comunismo internacional y también por mamertos nacionales. Se trata de un severo crítico del sistema capitalista, dedicado a controvertir todo lo que tenga relación con la riqueza: “Cuando la tasa de acumulación de capital crece más rápido que la economía, entonces la desigualdad aumenta”. Y propone, para evitar lo que él denomina un capitalismo patrimonial, los impuestos progresivos y un impuesto mundial sobre la riqueza, con el fin de ayudar a resolver el problema actual del aumento de la desigualdad… Así mismo, recomienda aumentar fuertemente los impuestos, casi hasta niveles del 80 %… además considera que estos gravámenes deben aplicarse en todo el mundo.

A pesar de que lo apoyan izquierdistas del mundo entero, ya las críticas le sobran. Por ejemplo, el prestigioso economista estadounidense T. Cowen ha señalado en la revista Foreign Affairs que “la izquierda está recurriendo a los estudios de Piketty para conseguir la munición intelectual y estadística que necesitan protestas, como las de los indignados”… Es preocupante que Piketty quiera “organizar eficientemente los recursos públicos para que supongan dos tercios del ingreso nacional”. Esta reivindicación de un gasto público del 66 % del PIB, demuestra que “Piketty solamente se preocupa por evitar que la riqueza se concentre en el sector privado. Si hablamos del sector público, ahí no parece haber problema”. Este escritor también señala que Piketty “ignora la movilidad social, que es especialmente alta entre las grandes empresas y las grandes fortunas. Otro personaje que lo censura es Schuchman, un columnista del Wall Street Journal, quien dice que “aunque el libro está lleno de estadísticas, su verdadero fondo no es el análisis económico. En realidad, estamos ante un extraño sermón ideológico en el que se admiten algunos aspectos positivos del capitalismo, pero se fomenta una hostilidad casi medieval hacia las rentas del capital”. Otro crítico, Tanner –repito: puntos de vista tomados de internet- sostiene que mejorar el acceso de las clases medias y bajas a las rentas del capital solucionaría muchos de los problemas que denuncia Piketty. “Sin embargo, a la izquierda no le gustan estas medias. En vez de recortar la desigualdad enriqueciendo a los de abajo, quieren disminuirla empobreciendo a los de arriba”, apunta un académico del Instituto Cato. Otros más dicen que Piketty cae en errores garrafales sobre el salario mínimo y opinan que este economista “bordea la esquizofrenia”. En fin, en internet siguen los apoyos y también las muchas diatribas contra este escritor que descresta a varios políticos en Colombia y que puede influir funestamente en Juampa.

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