La ‘Patria Boba’ del presidente Santos

¿Vale la pena discutir el uso político de la historia que hizo Juan Manuel Santos este 20 de julio? Aparentemente no. A pocos les importó.

Según el presidente, "hoy, dos siglos después, nos enfrentamos a un momento similar" al del fin de la llamada 'Patria Boba'. La división de las provincias neogranadinas permitió la reconquista española. La división actual no nos deja ver que podemos alcanzar la paz para concentrarnos en "luchar contra los verdaderos enemigos".

Por ende, "¡Que no nos pase lo de la Patria Boba! Que NO nos encuentre esta oportunidad única de paz divididos por rencillas internas". Pero presidente, si la paz planteada es la que nos tiene divididos. Eso bastaría para fulminar la analogía histórica.

La ineficacia del megalómano "Yo los necesito a todos ustedes. El país necesita unidad" es evidente. No movió la aguja del ánimo de la nación. Ni a Simón Bolívar, que sí iba a vencer la reconquista, le recordamos un llamado con tal nivel de personalización.

Sin embargo, el problema principal no es el delirio (del tipo "soy el último presidente reelegido", como señaló Osuna), sino la cultura histórica y política que reafirma y propaga.

En primer lugar, ese tufillo de superioridad moral, intelectual y política para juzgar a los líderes y a las gentes de hace dos siglos, ¿en qué se basa?

Descontada la evolución y sin la perspectiva del largo tiempo, ¿seríamos mejores que ellos? Es lo mismo que sugerir que un presidente de nuestra época habría sido un Antonio Nariño o un Camilo Torres más inteligente, probo o visionario. No hay manera de saberlo. Eso debería imponer cierto pudor y respeto en vez de creernos superiores.

Luego está la comprensión misma del periodo histórico que se juzga. El presidente Santos denigró del lustro 1810-1815 porque ¿i) piensa que sí fue una "Patria Boba", ii) ignora que ahora los expertos lo denominan "Primera República", iii) creyó que le servía para fortalecer su llamado a "los 48 millones de colombianos, detrás de mí", iv) carece de la noción de la responsabilidad presidencial de no manosear la historia del país, o v) todas las anteriores?

El año pasado, en un intercambio con Mauricio García Villegas, columnista de El Espectador, Eduardo Posada Carbó escribió en El Tiempo, "Patria Boba, sin mito fundacional". Allí resumió la visión de García Villegas, que el presidente transmitió el 20 de julio: "La paz que se negocia hoy con las guerrillas sería la ocasión para construir un 'nuevo mito fundador de nuestra nacionalidad'. Y enterrar por fin a la Patria Boba".

Posada Carbó anotó las razones por las cuales el periodo está siendo revalorado como "Primera República", fuente de nuestra vena democrática, filosófica liberal y civilista. Si no es por ignorancia que el presidente insiste, y de este modo agresivo ("¡NO MÁS PATRIAS BOBAS!", se lee en su discurso con mayúsculas y así lo pronunció), ¿entonces realmente cree que "¡ESTA ES LA HORA DE LA NUEVA COLOMBIA!" y le suena el estribillo de las Farc de la "segunda independencia"? No creo. Es superficialidad, que vale la pena combatir, para no ser indiferente ante el riesgo de patria boba.

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