En Venezuela, me escribe un amigo, la gente se ha vuelto muy creativa, la vida transcurre entre colas, trancas, cierre de empresas, enfrentamientos entre estudiantes, policías y guardias nacionales, creciente inseguridad, falta de alimentos y medicinas, sueldos que no alcanzan, basura, huecos en las calles y avenidas, falta de todo, menos las ofertas engañosas y promesas de cambio que cada día están más lejos de lograrse.
La gente aprendió a endulzar las cosas sin tener azúcar, a freír sin el aceite, a limpiarse sin el papel sanitario, a cepillarse los dientes sin pasta dental ni agua, la visión nocturna del Venezolano es impresionante ya que los apagones lo han convertido en una especie de felino, capaz de conducirse en la oscuridad absoluta gracias a la costumbre de vivir sin luz, su oído se ha repotenciado inmensamente, es capaz de escuchar el peligro de un motorizado armado y con parrillero a kilómetros de distancia, y el murmullo del agua cuando llega al tanque a media noche y corre a llenar cuanta perola tenga en su casa.
Los Venezolanos ahora somos ecologistas, lavamos platos, nos bañamos y regamos las matas con media totuma de agua, y como no hay jabón no contaminamos los ríos, la ausencia de carne y pollo nos obliga a comer más vegetales que hay que comerse crudos porque no hay gas, no comemos frituras porque no hay aceite, quienes viven en edificios suben y bajan escaleras por falta de electricidad, y ya no se preocupan por que les roben el carro ya que está dañado por falta de repuestos.
Y todo gracias a nuestros gobernantes que son patriotas que se arropan con la bandera Nacional, visten gorras, camisas y chaquetas de amarillo, azul y rojo, inventan magnicidios, guerras económicas y han convertido a los Colombianos residentes y visitantes, en los responsables de todas las desgracias que vivimos en Venezuela, los acusan de conspiradores, de acentuar la guerra económica en el país, de estar asociados a cuanto delito se comete, violan sus derechos humanos, la guardia nacional los matraquea y no les dan acceso a la compra de alimentos, medicinas, ni servicios básicos y mientras tanto los consulados y la cancillería no les brindan ningún respaldo, debido a la solidaridad del gobierno del Dr. Santos con el presidente Maduro.
Ahora los Colombianos que Hugo Chávez ceduló para tener garantía de victoria en el referéndum revocatorio del 2004, son los culpables de todos los males que vivimos, y los han convertido en chivos expiatorios de la dolorosa crisis que padece Venezuela, de manera que todos los días aumentan las acusaciones contra los aquí residenciados, en las colas para el supermercado son insultados, los culpan del desabastecimiento, de ser paramilitares de la derecha Colombiana, de tener bajos instintos, de dirigir guarimbas terroristas, de ser contrabandistas, delincuentes, sicarios de mafias de comerciantes y buhoneros, por lo tanto es permanente su persecución sin que el Gobierno de Colombia defienda sus derechos, porque para el Castro Chavismo y Juan Manuel Santos, de la debacle que vive Venezuela Maduro es inocente, los culpables son los Colombianos.
