El secuestro, el pasado fin de semana, del General Alzate, Comandante de la Fuerza de operaciones Titanic en el Chocó, debería marcar un punto de inflexión en la farsa de los diálogos de La Habana. Existe una incertidumbre total, tono general de los diálogos entre el gobierno y las Farc, pero obviamente exacerbados por tan espectacular acontecimiento.

Esta incertidumbre origina una inconmensurable cantidad de rumores, que como una bola de nieve se difunden por boca a boca o por Internet, pues sabemos que los medios de comunicación están totalmente entregados a difundir la propaganda oficial que en lo que respecta a los últimos eventos respecto a las Farc, constituye una verdadera estrategia de desinformación goebbeliana, costumbre reiterada del gobierno Santos, y en la cual presumo está involucrado el estratega venezolano J.J. Rendón.

Los escenarios más fuertes en cuanto a verosimilitud y probabilidad son dos:

1. Las Farc montaron  una estrategia de engaño al General Alzate, convidándolo a quien sabe qué reunión con la finalidad de secuestrarlo con el objetivo de subir infinitesimalmente las apuestas en los diálogos, terminando de arrodillar al gobierno en su pretensión de que el farcsantismo termine de entregarle el poder al Foro de Sao Paulo en esta farsa de La Habana que se ha transformado en una Constituyente de facto, donde unos narcoterroristas que no tienen ningún respaldo popular, pretende reformar el sistema político-económico del país para instaurar en Colombia el Socialismo del Siglo XXI.

Este escenario tiene el problema de explicar cómo y porqué uno de los militares con mayor experticia en inteligencia y lucha antisecuestro haya caído en una celada tan elemental.

2. La tesis de un acuerdo entre JMS y Timochenho, ordenándole al General “autosecuestrarse”  entregándose a las Farc, para luego de unos días las Farc lo libere, y a partir de allí iniciar un gran show mediático “ demostrando” la intención de paz de las Farc al liberar al General secuestrado.

Esta tesis se inscribe dentro de la norma del farcsantismo de desinformar y a la vez tratar de engañar al pueblo colombiano respecto a las verdaderas intenciones y mecanismos de los diálogos de La Habana arriba explicados.

La insistencia del gobierno en reiterar que “ el mecanismo de entrega ya se inició” parece concordar con ésta tesis, aunque algo sombrío permanece en el ambiente, pues algunas reacciones y mensajes de las Farc parecieran indicar que éstas siguen en la línea dura de no conceder nada al escenario de la paz y que es el gobierno el que persistentemente insiste en una pronta y positiva solución del conflicto.

En los próximos días quizás se sabrá algo sobre el posible desenlace del secuestro del general Alzate, aunque estoy convencido de que jamás sabremos toda la verdad de este turbio evento. Lo único cierto hasta el momento es que JMS continua arrodillado ante las Farc, pues en vez, de terminar con la farsa de La Habana solamente la suspende, hasta que éstasdevuelvan los 5 secuestrados esta semana, cuando ellos significan apenas el 6% de los secuestrados por las Farc, durante el proceso de La Habana.

De lo que sí estoy totalmente cierto es que hay varias constantes en este proceso que cualquiera que sea la tesis probada sobre este secuestro se comprueban con este episodio:

1. Las Farc llevan la batuta de este proceso. El gobierno en su interés de obtener la firma de éstas, le concede lo que sea.
2. Las Farc no tienen ningún interés en llegar a la paz, como reiteradamente lo hemos expresado en esta columna. Su verdadero interés es aprovechar los diálogos para reorganizarse y fortalecerse militar y políticamente.
3. Por lo tanto no habrá un verdadero acuerdo de paz.
4. En consecuencia el país debe prepararse para conceder que los gobiernos de Santos fueron tiempo perdido para de verdad obtener la paz y que finalmente habrá que recurrir a la única estrategia que logró arrinconar a las Farc: La Política de Seguridad Democrática.

Es que en conclusión , como lo dijo hoy el Expresidente uruguayo Battle “ El que puso las cosas en su lugar fue Uribe”, y tarde o temprano el uribismo tendrá que retomar el rumbo del país, la desilusión popular con el fracaso total de Santos convencerá al país de votar mayoritariamente por el uribismo.

Pero para concretar este feliz escenario el Centro Democrático tiene dos tareas fundamentales a corto plazo: 1) consolidarse como un verdadero partido de masas pluralista y democrático, 2) develar y frenar la estrategia de fraude que el Foro de Sao Paulo ya inició en Colombia, y que impediría el desarrollo democrático en nuestro país.