Uribe y Santos

Por estos días, se leen y escuchan muchas opiniones acerca de las relaciones entre el presidente Santos y el expresidente Uribe.

El nivel de las fricciones de hoy se atribuye a los motivos más diversos. Y un buen número de los análisis que se hacen, concluyen que se ha llegado al punto actual por razones de índole personal.

Pero las reflexiones no terminan con esa conclusión general. Quienes hacen el ejercicio analítico van más allá y se preguntan si sería posible que Uribe y Santos se sentaran a hablar de la paz de Colombia.

Como sucede siempre, cada quien saca sus propias conclusiones. Sin embargo, llama la atención que se le dedique tan poco tiempo en las observaciones a la clave del asunto, que se encuentra en las diferencias políticas de fondo.

Álvaro Uribe ha demostrado a lo largo de su vida pública que, además de la acción de la fuerza legítima del Estado para garantizar la seguridad democrática, cree que es necesario mantener abierta la puerta de las conversaciones con condiciones para buscar la paz.

Participó en los esfuerzos que se hicieron durante el Gobierno de Belisario Betancur, planteó diálogos regionales con el Eln, en calidad de Gobernador de Antioquia, y ayudó a consolidar la sostenibilidad de los acuerdos con el M-19.

Adicionalmente, consiguió la desmovilización de centenares de integrantes de las Farc, al igual que la de los paramilitares, como presidente de la República.

Y los señalamientos que ahora se le hacen por haber buscado encuentros con las Farc, más que una sindicación prueban que quienes lo acusan de ser contrario a la vía política, faltan a la verdad.

Urgencia para el desarme, paciencia en la búsqueda de los acuerdos y generosidad en la reintegración fue lo que le planteó a los colombianos como candidato presidencial.

¿Cuáles son, entonces, las discrepancias con el presidente Santos?

En primer lugar, el Jefe del Estado decidió negociar en medio de la violencia. Uribe plantea dialogar previo cese de acciones criminales por parte del terrorismo.

El primer mandatario impulsó la aprobación del Marco Jurídico para la Paz, que puede abrir la puerta de la impunidad. Uribe defiende la paz con justicia, inspirado en las conveniencias nacionales y el rechazo en el mundo de hoy a las amnistías e indultos.

Santos se ha manifestado a favor de la participación en política de los desmovilizados de las Farc.Uribe se opone a que tomen parte en la vida pública los culpables de los más graves delitos.

Y ahora que se conocen los acuerdos parciales, ya el Centro Democrático fijó su posición para efecto de que se haga el más amplio debate nacional.

¿Queda claro?

Ahora bien, quienes tienen la curiosidad de saber si los dos podrían reunirse para hablar de paz, deberían preguntar si Santos está dispuesto a ponerse de acuerdo con Uribe sobre lo que este último ha llamado los ‘inamovibles’.

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